Consejos sobre crianza
Cómo adaptarse al horario de las siestas del bebé
Imagen: Huggies
El primer año de la vida del bebé gira en torno a muy pocas cosas aparte de comer, jugar y (con suerte) dormir mucho. Por supuesto que el objetivo final de todos los padres de un bebé recién nacido es llegar a la “etapa en la que duerma toda la noche”, pero dormir siestas durante el día puede ser igualmente importante para crear un ambiente tranquilo y feliz tanto para mamá como para el bebé. Si tu bebé efectivamente toma siestas, puede que sientas que no puedes salir de casa para mantener las horas en que duerme durante el día. Estos son algunos consejos para ayudarte a conservar la rutina de las siestas y también poder salir de casa.
Por lo general, un bebé que rutinariamente duerme bien durante el día tomará al menos una siesta mejor que otra; por ejemplo, el bebé puede dormir más tiempo y con más profundidad en la mañana, en lugar de en la tarde. Si este es el caso, programa tus actividades en torno a la siesta “buena”, y quédate en casa para que tu bebé pueda dormir en su propia cama; luego, arriésgate a salir por la tarde, y posiblemente sacrificar la siesta de la tarde, que en el caso de tu bebé, no es tan buena. Esto garantizará que tu bebé tenga por lo menos un buen lapso de sueño durante el día.
Planifica salidas cerca de casa, de modo que si el bebé comienza a ponerse inquieto, puedas volver con rapidez… y antes de que se quede dormido en el auto. Pregúntale a cualquier mamá con experiencia y te dirá que la transición del auto a la cuna no siempre sale bien, así que ten a mano un juguete o un libro interesante para mantener despierto al bebé durante el corto trayecto de vuelta a casa.
Si el plan es que el bebé duerma en el auto durante la siesta porque vas a hacer un viaje por carretera o por cuestiones de tiempo, no olvides poner música suave para no molestar demasiado al bebé, y siempre lleva contigo un libro o una revista, en caso de que llegues a tu destino y el bebé siga durmiendo. A veces, esos 15 o 20 minutos adicionales en la siesta del bebé hacen toda la diferencia en su estado de ánimo, por lo que vale la pena sentarse y relajarse un poco mientras esperas a que tu bebé despierte.
Si vas a visitar a un amigo o familiar todo el día, planifica con anticipación. En lugar de realizar una visita apresurada, lleva contigo una cuna portátil y prepara un sitio para el bebé aunque estés lejos de casa, con su manta favorita, un chupete y el libro que más le gusta. Mantén constante la rutina de siestas y trata de acomodar a tu bebé para que duerma incluso no estando en casa, de modo que no tengas que acortar tus visitas. Aunque no siempre funciona, al menos vale la pena intentarlo. La ventaja adicional es que acostumbras a tu bebé a dormir en otros entornos, lo que es especialmente bueno si piensas viajar con tu bebé.
La persistencia es clave en cualquier rutina para dormir, pero una alteración ocasional no te sacará completamente de curso, en especial durante los primeros 3 o 4 meses. Durante ese período, los recién nacidos por lo general no se han acostumbrado a una rutina específica, por lo que es el momento de ser un poco más flexibles con tus salidas y de alterar la rutina. Sin embargo, una vez que el bebé tiene entre 4 y 6 meses de edad, comienza a desarrollarse una rutina de siesta firme, por lo que te recomendamos que trates de mantenerla lo más posible. Saltarse la rutina 2 o 3 veces por semana es perfectamente aceptable, en particular si ayuda a que la mamá se sienta mejor.
Recuerda que una rutina y un horario para dormir solo son buenos si funcionan para toda la familia. Si la rutina del bebé se conserva a toda costa, pero esto evita que la mamá pueda realizar visitas ocasionales a sus amigos y diligencias importantes, entonces es una rutina que no funciona. Sin embargo, realizar algunos ajustes menores y no tener miedo de alterar el rumbo de vez en cuando garantizará que tanto el bebé como la mamá se sientan felices y descansados.
El primer año de la vida del bebé gira en torno a muy pocas cosas aparte de comer, jugar y (con suerte) dormir mucho. Por supuesto que el objetivo final de todos los padres de un bebé recién nacido es llegar a la “etapa en la que duerma toda la noche”, pero dormir siestas durante el día puede ser igualmente importante para crear un ambiente tranquilo y feliz tanto para mamá como para el bebé. Si tu bebé efectivamente toma siestas, puede que sientas que no puedes salir de casa para mantener las horas en que duerme durante el día. Estos son algunos consejos para ayudarte a conservar la rutina de las siestas y también poder salir de casa.
Por lo general, un bebé que rutinariamente duerme bien durante el día tomará al menos una siesta mejor que otra; por ejemplo, el bebé puede dormir más tiempo y con más profundidad en la mañana, en lugar de en la tarde. Si este es el caso, programa tus actividades en torno a la siesta “buena”, y quédate en casa para que tu bebé pueda dormir en su propia cama; luego, arriésgate a salir por la tarde, y posiblemente sacrificar la siesta de la tarde, que en el caso de tu bebé, no es tan buena. Esto garantizará que tu bebé tenga por lo menos un buen lapso de sueño durante el día.
Planifica salidas cerca de casa, de modo que si el bebé comienza a ponerse inquieto, puedas volver con rapidez… y antes de que se quede dormido en el auto. Pregúntale a cualquier mamá con experiencia y te dirá que la transición del auto a la cuna no siempre sale bien, así que ten a mano un juguete o un libro interesante para mantener despierto al bebé durante el corto trayecto de vuelta a casa.
Si el plan es que el bebé duerma en el auto durante la siesta porque vas a hacer un viaje por carretera o por cuestiones de tiempo, no olvides poner música suave para no molestar demasiado al bebé, y siempre lleva contigo un libro o una revista, en caso de que llegues a tu destino y el bebé siga durmiendo. A veces, esos 15 o 20 minutos adicionales en la siesta del bebé hacen toda la diferencia en su estado de ánimo, por lo que vale la pena sentarse y relajarse un poco mientras esperas a que tu bebé despierte.
Si vas a visitar a un amigo o familiar todo el día, planifica con anticipación. En lugar de realizar una visita apresurada, lleva contigo una cuna portátil y prepara un sitio para el bebé aunque estés lejos de casa, con su manta favorita, un chupete y el libro que más le gusta. Mantén constante la rutina de siestas y trata de acomodar a tu bebé para que duerma incluso no estando en casa, de modo que no tengas que acortar tus visitas. Aunque no siempre funciona, al menos vale la pena intentarlo. La ventaja adicional es que acostumbras a tu bebé a dormir en otros entornos, lo que es especialmente bueno si piensas viajar con tu bebé.
La persistencia es clave en cualquier rutina para dormir, pero una alteración ocasional no te sacará completamente de curso, en especial durante los primeros 3 o 4 meses. Durante ese período, los recién nacidos por lo general no se han acostumbrado a una rutina específica, por lo que es el momento de ser un poco más flexibles con tus salidas y de alterar la rutina. Sin embargo, una vez que el bebé tiene entre 4 y 6 meses de edad, comienza a desarrollarse una rutina de siesta firme, por lo que te recomendamos que trates de mantenerla lo más posible. Saltarse la rutina 2 o 3 veces por semana es perfectamente aceptable, en particular si ayuda a que la mamá se sienta mejor.
Recuerda que una rutina y un horario para dormir solo son buenos si funcionan para toda la familia. Si la rutina del bebé se conserva a toda costa, pero esto evita que la mamá pueda realizar visitas ocasionales a sus amigos y diligencias importantes, entonces es una rutina que no funciona. Sin embargo, realizar algunos ajustes menores y no tener miedo de alterar el rumbo de vez en cuando garantizará que tanto el bebé como la mamá se sientan felices y descansados.
Por Andrea Howe, DisneyBaby