Preparación para tu bebé
Cómo lograr que tu hijo use tenedores y cucharas
Una guía para asegurarte de que tu hijo utilice los cubiertos como herramientas para comer, no como juguetes.
¿Cuándo debes comenzar a darle cubiertos? En realidad, los bebés no comienzan a usar las cucharas correctamente hasta que se encuentran en esa etapa en la que imitan todo, alrededor de los nueve meses. Mientras tanto, puedes darle a tu bebé una cuchara para que practique sostenerla mientras lo alimentas.
¿Qué es mejor darle primero, una cuchara o un tenedor? Lo mejor es darle una cuchara para bebé. Lo cierto es que cuando tu pequeño comienza a mover los brazos con emoción al ver su puré de pera, hasta una combinación de cuchara con tenedor para bebé puede ser peligroso.
¿Plástico? ¿Goma suave? ¿Madera? “Todos tienen sus ventajas”, nos dice Wendy Sue Swanson, M.D., pediatra del Seattle Children's Hospital y vocera de la American Academy of Pediatrics. “Lo importante es que la cuchara esté en buenas condiciones: que no le falte un pedazo si es de plástico y que no tenga astillas si es de madera. Dale a tu bebé cucharas de diferentes tipos para que experimente y encuentre la que más le guste”.
¿Y qué hay de las de metal? Esa cuchara de plata grabada de la abuela puede ser hermosa, pero podría ser demasiado dura para las delicadas encías del bebé. “Además, las cucharas de metal también se enfrían o se calientan demasiado, dependiendo de la temperatura de la comida del bebé”, explica la Dra. Swanson, “así que podrían sentirse demasiado frías o demasiado calientes para el gusto del bebé”. Deja la cuchara de plata para exhibirla.
Y, ahora que lo pienso, ¿qué hay de los platos? No son necesarios cuando los niños están aprendiendo a comer solos. “Cuando mi hijo tenía unos siete meses, lo sentaba en la silla alta y ponía una cucharada de comida directamente en su bandeja, junto con una cuchara de plástico para que extendiera la comida por todas partes”, cuenta Tracy Wilkes, que es madre de dos niños, de Houston, Texas. “Lo distraía del tazón de comida de bebé que le estaba dando y que él, por lo general, trataba de sujetar con desesperación. Así, podía investigar la comida a su manera”.
¿Y si tu niño pequeño te quita la cuchara? Déjasela. “Yo siempre tengo una cuchara para mí y una para mi bebé de nueve meses”, dice Mandy Tipton, que tiene un hijo, de Seattle, Washington. “Si tiene una cuchara en la mano, no está todo el tiempo tratando de quitarme la mía. Si lo hace, entonces intercambiamos, ¡le quito la que él tenía!” También tiene siempre a la mano una tercera cuchara, en caso de que una se caiga al suelo. “Es inevitable”, nos dice.
¿Y si el desorden te está volviendo loca? “Acepta el hecho de que la hora de comer jamás va a ser un momento en el que prive la limpieza”, recomienda la Dra. Swanson. “Va a ser un desorden. Y así debe ser; cuanto más le permitas a tu bebé participar en las comidas, más aprenderá”.
¿Cuándo debes comenzar a darle cubiertos? En realidad, los bebés no comienzan a usar las cucharas correctamente hasta que se encuentran en esa etapa en la que imitan todo, alrededor de los nueve meses. Mientras tanto, puedes darle a tu bebé una cuchara para que practique sostenerla mientras lo alimentas.
¿Qué es mejor darle primero, una cuchara o un tenedor? Lo mejor es darle una cuchara para bebé. Lo cierto es que cuando tu pequeño comienza a mover los brazos con emoción al ver su puré de pera, hasta una combinación de cuchara con tenedor para bebé puede ser peligroso.
¿Plástico? ¿Goma suave? ¿Madera? “Todos tienen sus ventajas”, nos dice Wendy Sue Swanson, M.D., pediatra del Seattle Children's Hospital y vocera de la American Academy of Pediatrics. “Lo importante es que la cuchara esté en buenas condiciones: que no le falte un pedazo si es de plástico y que no tenga astillas si es de madera. Dale a tu bebé cucharas de diferentes tipos para que experimente y encuentre la que más le guste”.
¿Y qué hay de las de metal? Esa cuchara de plata grabada de la abuela puede ser hermosa, pero podría ser demasiado dura para las delicadas encías del bebé. “Además, las cucharas de metal también se enfrían o se calientan demasiado, dependiendo de la temperatura de la comida del bebé”, explica la Dra. Swanson, “así que podrían sentirse demasiado frías o demasiado calientes para el gusto del bebé”. Deja la cuchara de plata para exhibirla.
Y, ahora que lo pienso, ¿qué hay de los platos? No son necesarios cuando los niños están aprendiendo a comer solos. “Cuando mi hijo tenía unos siete meses, lo sentaba en la silla alta y ponía una cucharada de comida directamente en su bandeja, junto con una cuchara de plástico para que extendiera la comida por todas partes”, cuenta Tracy Wilkes, que es madre de dos niños, de Houston, Texas. “Lo distraía del tazón de comida de bebé que le estaba dando y que él, por lo general, trataba de sujetar con desesperación. Así, podía investigar la comida a su manera”.
¿Y si tu niño pequeño te quita la cuchara? Déjasela. “Yo siempre tengo una cuchara para mí y una para mi bebé de nueve meses”, dice Mandy Tipton, que tiene un hijo, de Seattle, Washington. “Si tiene una cuchara en la mano, no está todo el tiempo tratando de quitarme la mía. Si lo hace, entonces intercambiamos, ¡le quito la que él tenía!” También tiene siempre a la mano una tercera cuchara, en caso de que una se caiga al suelo. “Es inevitable”, nos dice.
¿Y si el desorden te está volviendo loca? “Acepta el hecho de que la hora de comer jamás va a ser un momento en el que prive la limpieza”, recomienda la Dra. Swanson. “Va a ser un desorden. Y así debe ser; cuanto más le permitas a tu bebé participar en las comidas, más aprenderá”.